S.S.Pío XII
Summi Pontificatus
Nos, como representante en la tierra de Aquel
que fue llamado por el profeta
Príncipe de la Paz
[...]Como la Iglesia está fundada sobre esta piedra angular, por esto las potencias adversarias nunca podrán destruirla, nunca podrán debilitarla: Portae inferi non praevalebunt (Mt 16,18); las luchas internas y externas contribuyen más bien a acrecentar su fuerza sus virtudes y, al mismo tiempo, le proporcionan la corona gloriosa de nuevas victorias. Por el contrario, todo otro edificio que no tenga como fundamento la doctrina de Cristo, está levantado sobre una arena movediza, y su destino es, más pronto o más tarde, una inevitable caída (Mt 7,26-27)".
***