VACANTIS APOSTOLICAE SEDIS

"Quod si ex Ecclesiae voluntate et praescripto eadem aliquando fuerit necessaria ad valorem quoque." "Ipsum Suprema Nostra auctoritate nullum et irritum declaramus."

S.S. SAN FABIAN Y S.S. SAN CORNELIO, PAPAS Nº 21 Y 22


SAN FABIAN (240-253)

Sacerdote de la Iglesia romana, fue elegido Papa después de San Antero. 
Sepultó los restos de su predecesor San Ponciano en el cementerio de San Calixto, y formó un colegio de siete diáconos, que puso al frente de los siete distritos de Roma, para instruir a los catecúmenos y socorrer a los perseguidos encarcelados. 
Según algunos historiadores bautizó al emperador Felipe el Árabe y a su hijo.
Combatió todas las herejías nacidas en África y envió obispos a la Galia.

Sufrió el martirio durante la persecución de Decio, el 20 de enero del año 253.


SAN CORNELIO (254-255)

La cruel persecución de Decio fue causa de que no se pudiese elegir un nuevo Papa hasta dieciséis meses después de la muerte de San Fabián

Durante el periodo de sede vacante, el sacerdote romano Novaciano formó un partido para hacerse nombrar Papa. 


Fue, en cambio, elegido Cornelio, cuyo candor virginal y extraordinaria humildad elogia San Cipriano; también Novaciano logró hacerse consagrar, registrándose, así, el segundo cisma (el primero había sido el de Hipólito, durante el pontificado de San Calixto I) y el segundo antipapa de la Iglesia cristiana. Novaciano, para sostener su cisma (en el que introdujo también una herejía negando a la Iglesia el poder de perdonar los pecados cometidos después del Bautismo) recurrió a la ayuda del heresiarca cartaginés Novato, junto con el cual suscitó tumultos entre los cristianos.

( "Novaciano sobornó a tres Obispos, para que le confirieran el orden episcopal, y así fue el primer obispo de su secta y pudo ordenar a otros que le sucediera""...fue excomulgado Novaciano y después los obispos que le habían consagrado" Diccionario De Las Herejías, Errores Y Cismas, Jacques Paul Migne Tomo V página 160)

Cornelio tuvo que alejarse de Roma, y desde Civitavecchia continuó actuando como jefe de todos aquellos que no se habían adherido al cisma.

Reclamado por el emperador y considerado responsable de los desórdenes provocados por Novaciano, fue encarcelado y muerto después, por haber convertido al cristianismo durante su cautiverio a su carcelero y a numerosos soldados.

En un concilio celebrado en Roma, el Papa Cornelio aprobó la conducta de San Cipriano con los que habían caído en la apostasía.

Los Papas, desde San Pedro hasta Pío XII
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945


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