"Los Papas han condenado en todo tiempo las malas doctrinas,
y sus condenaciones, como infalibles,
han sido obedecidas como leyes en toda la Iglesia.
Pio IX acaba de condenar
ochenta proposiciones impías (Syllabus),
y esta condenación permanecerá eternamente."
"Si se desea hacer un diagnóstico del texto Gaudium et Spes en su conjunto, podríamos decir que (en relación con los textos sobre la libertad religiosa y las religiones del mundo) se trata de una revisión del Syllabus de Pío IX, una especie de contra-syllabus.
Harnack, como sabemos, interpretó el Syllabus de Pío IX como nada menos que una declaración de guerra contra su generación.
Esto es correcto en la medida en que el Syllabus estableció una línea de demarcación contra las fuerzas determinantes del siglo XIX: contra la visión científica y política del mundo del liberalismo. En la lucha contra el modernismo esta doble delimitación fue ratificada y reforzada.
Desde entonces muchas cosas han cambiado. La nueva política eclesiástica de Pío XI produjo una cierta apertura hacia la concepción liberal del Estado. En una lucha silenciosa pero persistente, la exégesis y la historia de la Iglesia adoptaron cada vez más los postulados de la ciencia liberal, y también el liberalismo se vio obligado a sufrir muchos cambios significativos en las grandes convulsiones políticas del siglo XX.
En consecuencia, la unilateralidad de la posición adoptada por la Iglesia bajo Pío IX y Pío X en respuesta a la situación creada por la nueva fase de la historia inaugurada por la Revolución Francesa fue corregida en gran medida vía facti , especialmente en Europa Central, pero todavía no se había establecido la relación que existiría entre la Iglesia y el mundo que se había creado después de 1789. De hecho, una actitud que era en gran parte prerrevolucionaria continuó existiendo en países con fuertes mayorías católicas.
Casi nadie negará hoy que los Concordatos español e italiano intentaron preservar en exceso una visión que ya no correspondía a los hechos.
Casi nadie negará hoy que, en el campo de la educación y con respecto al método histórico-crítico en la ciencia moderna, existían anacronismos que correspondían estrechamente a esta adhesión a una relación Iglesia-Estado obsoleta.
Sólo una investigación cuidadosa de las diferentes maneras en que se logró la aceptación de la nueva era en varias partes de la Iglesia podría desentrañar la complicada red de causas que formaron el trasfondo de la "Constitución Pastoral", y sólo así puede salir a la luz la dramática historia de su influencia.
Contentémonos con decir que el texto sirve de contrarreloj y, como tal, representa, por parte de la Iglesia, un intento de reconciliación oficial con la nueva era inaugurada por la Revolución Francesa."