SAN ELEUTERIO (182-193)
Tuvo un tranquilo pontificado durante la tregua de la persecución; promulgó decretos disciplinarios e hizo algunas ordenaciones. Por aquel tiempo fue a Roma San Ireneo para hablar con él de los errores de los Montanistas. Siguió con éstos una conducta de prudente reserva, y no les condenó sino cuando se hubo cerciorado por completo de sus errores.
La carta que le dirigió Lucio, rey de la Gran Bretaña, en la que demostraba su deseo de convertirse, es una leyenda romana que ha encontrado poco crédito entre los historiadores.
SAN VÍCTOR I (193-203)
El Liber Pontificalis le cita como oriundo de África e hijo de Félix. Su pontificado fue fecundo. La cuestión de la Pascua alcanzó bajo su pontificado su fase más aguda; para eliminar las divergencias expuso sus ideas a los obispos de Asia, e invitó a Polícrates, obispo de Éfeso, a reunirlos para poderles consultar; mas la contestación fue negativa. Entonces, Víctor, después de haber tomado en consideración el consentimiento casi unánime de las demás iglesias, quiso vencer la resistencia de los asiáticos separándolos de la comunidad eclesiástica, medida que fue mal mirada por los demás obispos, de los que San Ireneo se hizo intérprete.
Parece, sin embargo, que Víctor no realizó su propósito, pero fijó la Pascua para el domingo siguiente al plenilunio de marzo.
Las iglesias de Asia acabaron luego por adoptar el uso de Roma, y sólo un pequeño grupo se resistió y dio origen a la secta de los Cuartodecimanos. Bajo el reinado del Papa Víctor, Teodato el Coiaro difundió su herejía contra la divinidad de Cristo.
San Víctor fue sepultado en el Vaticano, cerca de la tumba de San Pedro.
Giuseppe Arienti
Con Licencia Eclesiástica 1945