Mons. Louis Gaston Adrien de Ségur
"Que pase todavía algún tiempo, y la Revolución dará á luz á su hijo, al hijo de Satanás, adversario del Hijo de Dios, «el hombre del pecado,» como dice San Pablo ; «el hijo de perdición , el enemigo que se ensalzará sobre todo lo que se llama Dios ó de lo que recibe un caito.» El Antecristo, en efecto, no solamente aplastará el cristianismo y la verdadera Iglesia; no solamente abolirá el culto del verdadero Dios, el sacrificio católico y el culto del Santísimo Sacramento, sino que se elevará por encima de todos los dioses de las naciones, de sus Ídolos y de sus ceremonias ; y se sentará en el templo de Dios, y se mostrará en él como si fuese Dios. El misterio de iniquidad quedará consumado en toda su ostensión, como lo fue al principio, cuando Jesucristo, nuestro Jefe, expiró sobre la Cruz, y Satanás se creerá dueño de todo. Su culto público se establecerá por todo el universo, por medio de aquellos prestigios y falsos milagros de que habla el Evangelio. Y estos deberán ser muy poderosos , cuando Nuestro Señor , para prevenirnos contra ellos , nos declara que habrá « que seducir á los elegidos mismos» (si esto fuera posible): et dabunt signa magna et electi. (S. Math. , xxiv.) Según todas las probabilidades, y según el testimonio de los. antiguos Padres , Roma infiel, á pesar del Papado, que perseguirá como en otro tiempo, Roma será la capital del Antecristo y de su imperio , la Babilonia universal , maldita, mas completamente aunque bajo Nerón y los Césares paganos. Suárez , Belarmino , Cornelio á Lapide, aseguran que esta es la tradición común de los Santos Padres, y que esta tradición tiene un origen apostólico. Uno de los motivos más serios que inducen a creer que nos acercamos definitivamente a estos tiempos nefastos , es que nadie cree en ello."